
Tras su triunfal retorno en SummerSlam 2024, Roman Reigns fue anunciado para múltiples apariciones en SmackDown, causando gran expectativa entre los seguidores. Sin embargo, WWE retiró su imagen de la promoción de estos eventos, generando especulación sobre su participación. A pesar de esto, Reigns finalmente apareció, cumpliendo con las expectativas de los aficionados. Según Sean Ross Sapp de Fightful, la estrategia de WWE de mantener en secreto la participación de Roman Reigns tenía como objetivo sorprender a los fanáticos y crear momentos genuinamente emocionantes en el ring. En Bad Blood 2024, Roman Reigns se alió sorprendentemente con Cody Rhodes para enfrentar a The Bloodline en un combate lleno de tensión y expectativas. La dinámica entre Reigns y Rhodes añade un nuevo giro a esta rivalidad, prometiendo un enfrentamiento épico.
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