
Liv Morgan y Rhea Ripley se enfrentarán nuevamente por el título mundial femenino de la WWE en Bad Blood, continuando una rivalidad intensa desde SummerSlam. Morgan, con el impulso a su favor, busca consolidarse como una figura dominante en la división femenina, mientras que Ripley busca redimirse y retener su posición como una de las principales contendientes. La victoria de Morgan no solo protegería su impulso reciente y abriría nuevas oportunidades con Dominik Mysterio, sino que también prepararía el escenario para futuros encuentros épicos entre ambas luchadoras en eventos de gran envergadura como WrestleMania.
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